lunes, 14 de noviembre de 2016

Dale a la vida, que la vida te dá!


Hace mucho tiempo, como hace 14 años aproximadamente,  un día de Enero, en verano, día soleado por la tarde, me trajeron a una criaturita muy pequeñita, tan frágil que ni siquiera abría los ojos, tan chiquita que podía caber en mi mano, tan bonita que con solo verla te enamorabas. No sabía ladrar, ni aullar, a las justas hacia ruido, tenía la nariz rosada y las plantas de las patitas rojas, era una belleza, no podía sentir más ternura junta cuando la tenía entre mis manos... Esta es la primera entrada que dedicaré a alguien* diferente, pero muy especial.

Laycka tiene ya casi 14 años, es de color caramelo, y orejas marrones, tiene una manchita color blanco en forma de triángulo invertido en la frente, es pequeña y larga, no es de una raza en particular, pero eso no es relevante, es fuerte, renegona, espontánea, especial y es hermosa.

Cuando yo aún estaba en primaria, 5to grado de primaria para ser exacta, volvía del colegio a casa. La movilidad de la Sra. Carmen tocaba el claxon para que abrieran mi puerta. Cuando mamá abrió, en la sala estaba papá y mi tío Abel, (en esas épocas recibíamos más visitas a comparación de ahora). En un ladito de la sala, había una cajita, en "ésa cajita" estaba "Laycka" :) para ése entonces era de color blanco, súper chiquitita y rosadita. Era taaaan pero tan pequeña que entraba en mi mano, y eso que yo tenía 10 años. Nunca en mi vida había visto un perrito tan chiquitito y aún más sin abrir los ojos.
La cargué, me senté y el tío Abel con papá comenzaron a contar que cuando venían con el carro dando vueltas  por la casa de un amigo, en un parque cercano, escucharon un perrito llorando, cuando se acercaron vieron a un cachorrito botado. (Que gente para más desgraciada esa que no sabe respetar a los animales, esos merecen morir por insensibles, brutos e irracionales.)

Entonces lo recogieron y lo trajeron a casa, en el camino se dieron cuenta de que no era un perrito, sino una princesa, haha y bueno, a la sobrina que le encantan los animales no le caería mal una nueva mascota ya que unas semanas antes había despedido a su gato "Benito" y no tenía otro compañerit@.

Mamá ya no quería mascotas, pero al final se convenció. Tío Abel me dijo "si se te complica tener el perrito, y tu mamá se molesta y se da cuenta de que no puedes con ella, me llamas y yo lo recogeré y lo llevaré a otro hogar donde la traten bien, avísame" de hecho llamarlo no estaba en mis planes, porque yo era la persona más feliz del mundo con Laycka en casa, me propuse ser la más responsable y darle todos los cuidados que merecía, al fin y al cabo Laycka solo tenía unos días de nacida, aún no abría los ojos y a las justas lloraba. Pero todas las ganas a las 4 horas se habían desvanecido. Toda esa noche me la pasé despierta, Laycka se despertaba cada media hora para tomar leche (le compramos un biberón) yo tenía colegio al día siguiente y en clase me caía de sueño. Tenía 10 años, vivía para aprenderme la raíz cuadrada y las divisiones de memoria, mi cabeza solo estaba en mi perrito nuevo. Mamá llamó a mi tío Abel para decirle que tener al perrito era incómodo, él dijo que vendría a recogerlo...pero no especifico cuando... (Se suponía que era al día sgte.) Apareció poco más de una semana después... y mamá lo regreso por donde vino, al final de cuentas ya habían pasado muchos días, Laycka ya era parte de la familia y todos los desvelos habían valido mucho la pena, en las madrugadas mamá y yo nos turnábamos para darle la leche, limpiarle la cama cuando se hacía y cargarla para hacerla dormir, yo me sentía toda una madre a mis 10 años, hasta incluso le compramos una "punta" para que se le forme el ombliguito, llegó muy chiquita y nunca habíamos visto un perrito tan bebé.

Pasaron los días y Laycka abrió los ojos :) comenzó a caminar, a ladrar y jaja a los tres meses ya estaba grande, es que era demasiado chiquita y pensamos que iba a ser bien enana pero no! xd
14 años más tarde, me pongo a pensar y me doy cuenta de que todos nos hemos esforzado bastante para tenerla, la hemos cuidado y criado bien. Es una engreída, malcriada, renegona y loca, pero en más de 10 años mi perra nunca se había enfermado, ni un resfrío perruno le ha dado, eso es una buena señal verdad? 
En unos días Laycka será operada, tuvo una falsa preñez, con pseudo lactancia y de consecuencia una mastitis que por más tratamientos que le hemos brindado la teta afectada en vez de mejorar se ha complicado, y los riesgos de la operación son altos debido a su edad.
Laycka nunca fue mamá, nunca se dejó pisar, es loca pues! Jamás en la vida pensé tener un perro y que me duré de esta manera, que haya sido un miembro más de la familia, que acompañe a mamá en la cocina, que duerma con papá en el mueble o en la cama y que haga que Daniel se ponga a jugar. Nos ha hecho varias veces ir a la tienda a comprarle milanesa para que acompañe sus galletas, comprar hamburguesas, separar una buena porción de guiso, saber que Laycka es amante de las lentejas y menestras más que nosotros mismos y darnos cuenta de que se lleva muy bien con los gatos a pesar de que a veces anda malhumorada. 
Después de tanto, me gustaría hacer más por ella, ahora camina por la casa tranquila dando vueltas, buscando al gato para molestarlo un rato, buscando algo más que comer o solo echándose en su cojín al lado del mueble de la sala, Todos estamos al tanto de esta operación, queremos que ella salga perfecta, pero tampoco nos queremos hacer los tontos, sabemos que Laycka no es el cachorro que trajo tío Abel en el carro. Es tan increíble la manera en la que la línea que separa y crea la diferencia entre un ser humano y una mascota “desaparece”y entonces solo queda el amor que sientes por ella.


"Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mi único en el mundo. Seré para ti único en el mundo".